domingo, 31 de mayo de 2015

Parque Nacional Enrique Olaya Herrera

Historia

El parque Nacional data de 1.934, año durante el cual fue inaugurado por el presidente Enrique Olaya Herrera, uno de sus grandes promotores y de donde derivó el nombre completo con el que se le ha conocido a través de la historia urbanística de Bogotá.
Es el segundo escenario en antigüedad de los que subsisten en la Ciudad Capital y es sin duda ejemplo, fuente de inspiración y estereotipo de los parques bogotanos, siendo por su rica herencia y tradición, el más importante de su género.
Su parte urbana, comprendida entre las calles 36 a 39 y carreras Séptima a Quinta mantiene el trazado original que asemeja un triángulo redondeado en invertido, trenzado por caminos que comunican y desembocan a diferentes monumentos y piletas.

Posee una alameda central adornada por faroles y bancas que arranca en la acera de la Séptima y sube hacia oriente hasta desembocar en la torre del reloj, uno de los puntos más característicos del escenario y donado por la comunidad suiza residente en Colombia, hacia 1.954.
Sus extensos jardines, grandes árboles y notable frescura y tranquilidad, invitan al reposo y al recorrido por cada recodo del parque coronado por una rotonda enmarcada por caminos de enredaderas y un bello jardín en su parte central, ante la imponente tutela de los ya próximos cerros orientales.
Otro de los puntos más tradicionales es la fuente y escultura al líder liberal Rafael Uribe Uribe, elaborado con un gusto excepcional por el escultor italiano Vittorio Macho en 1.940 y acompañada por obras más recientes convirtiendo a este escenario en un arbóreo museo al aire libre.
La parte deportiva tuvo también su injerencia desde la primera edad del parque, pues dentro del esquema atrás descrito, los costados sur y norte acogieron desde un principio a canchas como las de hockey, tenis y fútbol, complementadas desde 1.997 por sintéticas de voleibol, patinódromo (encima tanques) y juegos infantiles arriba de la kr. 5.
Otro elemento determinante en la vida del parque es su vecindad con el canal o río Arzobispo, que linda el norte del escenario como un límite natural que recuerda el carácter ambiental y de recreación pasiva y que transmite desde la cercana montaña la vitalidad y frescura del sector escarpado del parque, el cual sube por la orografía oriental de la ciudad, en los caminos hacia Monserrate.
Arriba de la kr. 5 funcionó en una época (años 60 – 70) un parque de diversiones con rueda panorámica, carruseles y otras atracciones mecánicas, además de un pequeño zoológico, los cuales salieron del servicio al ser trasladados al parque Distrital del Sur y Santa Cruz (animales), respectivamente.

Desde 1.995 la Administración Distrital optó por recuperarlo completamente de años de indiferencia y descuido de sus usuarios y encargados, al restaurar los 11 monumentos históricos, 4 fuentes, mobiliario urbano, canchas deportivas, instalaciones locativas (canecas, sillas y baños públicos incluidos) y teatro El Parque.
También se adecuaron dos relieves gigantes de Colombia, zona macro de juegos infantiles con insumos importados, fue creado el Centro Metropolitano de Recreación, más pistas lúdicas (3 de voleibol y pista de patinaje de 1550 m2) y reubicaron y organizaron a vendedores ambulantes con nuevas casetas de madera, entre otros. Se invirtieron más de $ 1.500 millones y en tales condiciones fue cedido a Colsubisdio en 1.997, en virtud del Acuerdo 18 del 96.
Las obras más recientes son la reconstrucción y ampliación de la alameda de la carrera Séptima (junio año 2.000) tras una inversión cercana a los $ 1.000 millones, adornada como otros escenarios lúdicos de Bogotá por una obra de arte del maestro Enrique Grau, bautizada como “Rita 5:30 p.m.” (Diciembre año 2.000). Sin duda, el Nacional seguirá siendo punto de encuentro de amantes de los aeróbicos, fotógrafos, deportistas, paleteros y oficinistas, pues el Olaya Herrera es el escenario más universal y multifacético de la capital del país, una ciudad de parques.


Características 
Se ubica a una altura comprendida entre los 2.600 y 3.150 msnm. Entre las calles 36 y 39 con carrera Séptima y quinta mantiene el trazado original del parque desde sus inicios, el cual asemeja un triángulo invertido con caminos que comunican los diferentes monumentos del parque. Tiene 283 hectáreas de extensión. Su sector oriental es atravesado por el río Arzobispo.
En sus terrenos se encuentra un pequeño aviario, pistas de hockey, patinaje, un campo de fútbol, voleibol, baloncesto, teatro y un parque infantil. Posee además una alameda principal en la cual se destaca la fuente monumental en honor a Rafael Uribe Uribe, elaborada en 1940 por Victorio Macho y Bernardo e inaugurada el 27 de octubre de 1940. La alameda continúa hacia el oriente por un sendero peatonal adornado con bancas y faroles, hasta llegar a la torre del reloj suizo. El parque cuenta con otros monumentos, entre los que se destaca la escultura de Enrique Grau denominada Rita 5:30 p.m., inaugurada en 2000 sobre la alameda de la carrera séptima.
El teatro infantil, con capacidad para 300 niños fue construido entre enero y agosto de 1936 por el arquitecto Carlos Martínez y fue declarado Monumento Nacional de Colombia por el decreto 1802 del 19 de octubre de 1995. A su costado occidental se encuentran las canchas de hockey, patinaje, tenis, voleibol, baloncesto y fútbol, así como un espacio para practicar skating y puestos para los vendedores de alimentos.
En la sección oriental se reconoce su gran biodiversidad en flora y fauna, fuentes de agua y amplia arborización (eucaliptos, acacias, urapanes y cipreses). El río Arzobispo lo atraviesa de este a oeste tras bajar de los cerros Orientales de la ciudad.


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